martes, 16 de julio de 2013


Santos de palo: al rescate de una tradición


SANTO DOMINGO.- Bordeado por un rosario de verdísimas montañas adornadas de pinos y amapolas, y bañado por el Yuna perseverante, está Bonao,  un pueblo de gran tradición artística y religiosa. Allí surge el Grupo de Santos de Palo de Bonao, artistas que se han reunido para rescatar un arte que ya estaba prácticamente desaparecido: la talla de santos de palo.
Y ya han realizado varias exposiciones colectivas en diversos lugares del país. El pasado día 17 de enero se inauguró en el Museo del Hombre Dominicano la segunda exposición Homenaje a la Virgen de la Altagracia. Siete artistas presentan más de 40 tallas en roble y otras maderas preciosas.
Solemnidad, forma y color
Los santeros de Bonao hacen una apuesta estética a partir de la tradición popular de tallar figuras sacras a las que  se les pedían favores y milagros.
Ellos le dan otra dimensión a la talla, y logran que más allá del valor religioso exista el goce visual que le aporta la policromía rudimentaria y rica, el dominio de las expresiones solemnes y el trabajo arduo de la madera.  Como resultado, una obra con un gran valor artístico tanto para el coleccionista como para el amante de las artes.
La originalidad y la calidad de los Santos de Palo de Bonao han trascendido, y el pasado 15 de diciembre la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), les otorgó el Sello de Excelencia de la Unesco para la artesanía  de Latinoamérica y el Caribe.  La exposición, en honor de la Virgen de la Altagracia, está ubicada en la tercera planta del Museo del Hombre Dominicano.   Es la segunda ocasión que el grupo realiza la muestra, y la promesa es realizarla en enero de cada año.
Yoni Cruz